Aspirantes a diputados federales, engordan el hastío de un electorado incrédulo.
No hay nada más desafortunado para los preparativos de la fiesta democrática del 7 de junio, que el desencanto de un electorado que ha perdido la fe en los institutos políticos pero muy en especial en la forma en que sus respectivos candidatos están haciendo campaña rumbo a una diputación federal.
Es entonces que frases como “le pido con humildad su voto”, “que Dios los bendiga”, “vamos juntos a ganar”, “por lo que más quieres”, etcétera, vienen a engordar el hastío de un electorado que se encuentra totalmente desanimado, sin la menor intención de participar en la elección electoral federal y local del primer domingo de junio.
PAN, PRD, PRI, PVEM, PT, Convergencia, Nueva Alianza, Morena, todos han iniciado una campaña política con una marcada demagogia, sin la menor intención de hacer política; por el contrario, pareciera que se han puesto de acuerdo para golpear duro en la moral de los ciudadanos y desanimarlos en participar en las decisiones del gobierno.
Así temas como la Ley General del Agua, el Sistema Nacional Anticorrupción, la Revocación del Mandato a Servidores Públicos, el aprovechamiento de los Hidrocarburos, la Segunda Vuelta Electoral, la Venta de Playas a Extranjeros, el Financiamiento a Ciencia, Tecnología e Investigación Cientifica, entre otros están siendo desplazados por botes de pintura, pepsi lindros, pulseritas, cemento, despensas, tarjetas de descuento y otros souvenirs que dejarán constancia de un acto infame de demagogia a gran escala.
